Acudir a lugares de energía
Salimos a la naturaleza y nos acercamos a nosotros mismos. Para hallar tranquilidad, hay pocos lugares mejores que un bosque lejos de todo que nos permite recargar nuestras baterías, tomarnos un tiempo, respirar y disfrutar la calma que reina en nuestro entorno.
Cuál de los lugares de energía que recomendamos visitar se convertirá en su lugar preferido depende de cada uno. Puede ser el estado de relajamiento total que se consigue en una clase de yoga, en una silenciosa capilla en un entorno rural o rodeado de la calma en medio de un bosque solitario – lo más importante es la sensación de bienestar que se experimenta en estos momentos.
Vivir bajo el sol
Esta sensación tan agradable cuando los rayos de sol calientan la cara – una sensación que transmite calor no solamente sobre la piel, también nos llena el corazón. Los efectos positivos de la vitamina D sobre el cuerpo son de sobras conocidos y nos convierten en auténticos adictos al sol, sobre todo en invierno. Los lugares óptimos para esta “terapia de luz solar” son las regiones situadas a más altitud, normalmente por encima de la espesa capa de nubes o niebla que cubre las partes más bajas del valle. Especialmente indicado: el altiplano de Mieming con su excepcional clima y muchas horas de sol. Otros altiplanos situados encima de Innsbruck cuyos pueblos atraen con largas horas al sol: la atractiva población de Oberperfuss o los municipios meridionales de Lans y Sistrans. ¡Listos! A ponerse las gafas de sol y disfrutar de los buenos momentos bajo el sol.
Silencio celestial
Las iglesias y las capillas siempre han sido lugares donde la gente acudía para recuperar fuerza – independientemente de la fe y de la religión. La región de Innsbruck cuenta con un gran número de edificios religiosos donde poder recuperar la tranquilidad y la serenidad. El especial ambiente de un edificio con una larga historia siempre resulta inspirador. Algunas iglesias y capillas están situadas en lo alto de una colina y llaman la atención, invitando a las personas a acudir a ellas para encontrar la paz que buscan.
Un baño en el bosque para todos los sentidos
¿Bañarse en el bosque? Nada más fácil: se trata de encontrar un lugar tranquilo, concentrarse en la respiración y dejar fluir los pensamientos. Respirar y exhalar, respirar y exhalar. Ahora hay que cerrar los ojos y agudizar el oído para percibir todos los fascinantes sonidos y pequeños ruidos del bosque.
Los llamados “baños de bosque” proceden de una larga tradición japonesa y se basan en el efecto saludable del bosque sobre la salud. Es sabido y científicamente comprobado que pasar un tiempo en el bosque ayuda a relajarse. La sobrecarga de ruido al que estamos sometidos en una gran ciudad se reduce en el silencio del bosque. El cuerpo recupera los sentidos de manera más consciente y los fortalece. Los baños de bosque convierten al hombre en aliado de la naturaleza.