Pasear, dar una vuelta o callejear
Escuchar el repique de campanas en vez del claxon de los coches mientras paseamos tranquilamente por la amplia zona peatonal, siempre con vistas panorámicas sobre la cordillera Nordkette: la ciudad puede ser así de silenciosa, a penas se escucha un murmullo. Una excursión a la capital de los Alpes es sin duda una excelente oportunidad para huir del caos y del ruido de una gran ciudad y perderse por sus estrechas calles o pasear tranquilamente por sus amplias calles comerciales.
Más que una actividad alternativa en caso de mal tiempo, un paseo por la ciudad es también una oportunidad perfecta para los amantes del arte, de la cultura y de la arquitectura para descubrir los incontables atractivos de Innsbruck. Es tiempo de tomarse tiempo: para ver algo nuevo y algo antiguo, algo escondido y algo ya visto, algo típico y algo único.