Lleva a los niños directamente del centro de la ciudad a la nieve: sólo se tarda 20 minutos en llegar del corazón de Innsbruck a las pistas de Seegrube. La versátil oferta para niños y principiantes transforma el popular paraíso del ocio en un parque de aventuras único. La alfombra mágica, la pista de prácticas con una longitud total de 400 metros y la colina de nieve, así como el alquiler gratuito de material deportivo divertido, hacen brillar los ojos de grandes y pequeños. Si desea aprender a esquiar con profesionales, lo mejor es que se ponga en contacto con la escuela de esquí de Innsbruck para recibir clases particulares. Sugerencia: Gracias al alquiler de esquís y material in situ, podrá realizar sus giros en la nieve de forma aún más relajada. Ya sea esquiando, practicando snowboard o disfrutando de las vistas desde la terraza del restaurante Seegrube, a 1.905 metros sobre el nivel del mar, toda la familia vivirá unas vacaciones inolvidables.