Acceso libre de barreras arquitectónicas. A finales del siglo XV, cuando el emperador Maximiliano I celebraba sus suntuosas fiestas, el palacio ya tenía el tamaño que presenta actualmente el Palacio Imperial de Innsbruck. Luego, la emperatriz María Teresa reconvirtió todo el conjunto en una monumental residencia de estilo barroco-tardío. Sin duda, la sala más espectacular es la “Sala Gigante” o “Sala de los Gigantes”, la sala de fiestas y ceremonias más bonita de toda el área alpina. Las paredes están cubiertas de los retratos de todos los miembros de la familia imperial de María Teresa. Otras salas destacadas son: la sala de guardia, la habitación Lothringer, la capilla de la corte y la sacristía.

Libre de barreras arquitectónicas: SI

Distinción “la silla de ruedas de oro”
Acceso por la puerta para personas con movilidad reducida situada en el patio Grosser Burghof (llamar al timbre). Plataforma para subir el primer escalón, luego hay un ascensor que lleva a las salas de exposición.
Lavabo adaptado en la planta baja y en la segunda planta. Acceso con llave al ascensor y a los lavabos.