Huir de la ciudad – entre el encanto urbano y la naturaleza alpina. Pocas ciudades del mundo combinan el encanto urbano con un estilo de vida alpino como Innsbruck. Para experimentar esta combinación tan atractiva no hay que ir muy lejos. Alejarse pocos metros del centro ya es suficiente para andar entre estos dos mundos. El lugar donde quizás se percibe mejor la coexistencia de estos dos mundos es en la famosa montaña de Bergisel.
Una excursión por una ciudad habitualmente tiene muy poco que ver con la naturaleza. En Innsbruck es un asunto muy distinto, pero. Lena y Fabián aprecian justamente esta mezcla única de vida urbana y mundo alpino. Durante su segunda visita a la capital de los Alpes deciden hacer una excursión muy especial: la vuelta Bergisel – garganta Sillschlucht. Para Lena esta excursión es casi una obligación, especialmente en otoño. “Desde el Bergisel hay unas fantásticas vistas sobre la cordillera Nordkette y durante esta época del año las cumbres a menudo ya tienen algo de nieve. El contraste con los colores del bosque es simplemente fantástico.” Y si hay muchas ganas de subir alguna cumbre, durante esta excursión se puede elegir alguna. “Desde el Drachenfelsen, la plataforma-mirador de la garganta Sillschlucht, se aprecia claramente la cumbre Nochspitze por encima de las coloridas copas de los árboles. La subida a esta cumbre es una experiencia inolvidable y se puede iniciar desde Axamer Lizum o Muttereralm”, explica Lena con gran entusiasmo.
Innsbruck ofrece todo lo que se puede pedir de una ciudad: espléndidos monumentos, un Palacio Imperial, pintorescas calles, pórticos medievales, amplias avenidas y arquitectura futurística como, por ejemplo, el funicular Hungerburgbahn. Todo este conjunto urbano está enmarcado por un imponente mundo alpino. Pero hay días, en verano, por ejemplo, en que el calor aprieta y apetece huir por unas de la ciudad. Una opción perfectamente realizable en Innsbruck.
Bergisel – monumento a los luchadores de la libertad y los héroes del aire
Una ruta muy atractiva y variada lleva alrededor de la montaña de Bergisel, situada al sur de la ciudad – un lugar interesante tanto desde el punto de vista deportivo como histórico. En el mismo lugar donde cada año se celebra una de las competiciones del Torneo de Cuatro Trampolines, el luchador por la libertad de Tirol, Andreas Hofer, alcanzó su mayor gloria. La estrecha relación entre su destino y la historia del país está perfectamente ilustrada en el Tirol Panorama y en el museo de los cazadores imperiales situados al pie de la montaña Bergisel.
Café en la torre del trampolín – una experiencia única
Quien quiera empezar la ruta desde la futurística torre de salto puede tomar el autobús turístico llamado Sightseer. El estadio de los héroes del aire está en la ruta del bus. Quizás lo mejor sea empezar con una parada en el café de la torre del trampolín, aunque siempre se corre el peligro de quedarse demasiado tiempo – las vistas sobre la ciudad y la cordillera Nordkette son realmente espectaculares. Pero el camino panorámico de la garganta Sillschlucht hasta el Museo Nacional vale la pena y es igual de impresionante que las vistas desde la torre del trampolín.
Al final Lena nos quiere hacer una recomendación especial: “El perfecto lugar para tomar un buen desayuno y un cappuccino durante el paseo por la ciudad es el café “Immerland-Kaffee”, en la entrañable plaza Wiltener Platzl, a pocos minutos del centro de la ciudad.
