La nueva sinagoga de la calle Sillgasse se inauguró en el año 1993. La sala de oración está revestida de mármol natural, la tarima ocupa un lugar prominente en el centro de la sala. Quien visita la sinagoga, tiene que fijarse en su techo cubierto de una representación exacta del cielo estrellado el día de su inauguración (21 de marzo 1993), mirando hacia Jerusalén. En la pared oriental está el armario donde se guardan los rollos de la Torá. Éstos, al igual que la cobertura, corona, puntero y pináculos proceden de Praga y datan del cambio de siglo (XIX/XX).

La cobertura de los rollos de la Torá fue una donación de las mujeres de Innsbruck el año 1899. Al lado de los rollos de la Torá hay diferentes objetos de culto como una menorá de plata, obsequio del entonces obispo católico Reinhold Stecher, quien trabajó y colaboró mucho con la comunidad judía de Innsbruck. En el vestíbulo hay otro parochet (telón que cubre el Aron Kodesh que contiene el Sifrei Torah en una sinagoga), donación de la viuda de un rabino de Innsbruck.

Con la inauguración de la sinagoga en el nuevo edificio de la calle Sillgasse, la comunidad judía de Innsbruck regresó en 1993 a su lugar de culto original. En la sala de oración de la sinagoga hay un objeto que conmemora este evento: la llave original de la antigua sinagoga, destruida en el año 1938. Los vecinos del barrio la salvaron de la desaparición en la Noche de los Cristales Rotos y la conservaron hasta su retorno a la comunidad judía el día de la inauguración de la nueva sinagoga en el año 1938.

El vestíbulo con la inscripción hebrea “Construid esta casa y yo viviré en ella” y la Mezuzá - pergamino que tiene escrito dos versículos de la Torá; se encuentra albergado en una caja o receptáculo que se encuentra adherido a la jamba derecha de los pórticos de las casas y ciudades judías – son muestras de la nueva autoconfianza de esta comunidad religiosa. En el año 2014, la sinagoga se amplió con una sala multiuso, dando así espacio para la celebración de eventos y conferencias.