Esplendor dorado y solitario idilio
Las cúpulas bulbosas de la catedral de Santiago de Innsbruck del pintoresco centro histórico resplandecen bajo el sol. Camino a la montaña de Bergisel es casi obligatorio hacer un parase y ver la imponente abadía de Wilten. Pequeñas capillas de peregrinaje atraen la mirada durante una excursión. No importa si se es creyente o no, la belleza de los edificios eclesiásticos de Innsbruck es innegable. Las atractivas iglesias y abadías son testimonios de la historia de Innsbruck y son una parte muy importante del paisaje urbano y rural. Una visita a alguna de estas joyas históricas es casi obligatoria durante una estancia en Innsbruck. Haga clic en nuestras descripciones en esta página para una primera toma de contacto.