La Pascua no consiste sólo en conejitos saltando y trayendo regalos. En Tirol, el lado oscuro de la Pascua también desempeña un papel. En algunas iglesias se representan tumbas y criptas al final de la Cuaresma. En referencia a la tumba de Jesús, donde fue depositado tras ser bajado de la cruz. Muchas luces arden detrás de bolas de cristal llenas de agua de distintos colores: ¡un espectáculo místico!
En el siglo XVIII, las Tumbas de Pascua fueron prohibidas temporalmente por orden imperial. Pero a los habitantes del Tirol no les gustaba que se prohibieran sus costumbres. A la muerte del emperador José II, volvieron a abrir las Tumbas de Pascua, y siguen haciéndolo hoy en día.
Cuándo: a veces, desde el Jueves Santo hasta el "Domingo Blanco", el primer domingo después de Pascua.