Un viaje a través del tiempo en el centro histórico de Innsbruck
Un paseo por Innsbruck es también un viaje a través del tiempo. Observe atentamente los numerosos nichos y voladizos del castillo Ottoburg en la entrada oeste del casco antiguo y se podrá hacer una idea muy precisa del aspecto que tenía Innsbruck durante la Edad Media. A pocos metros está el Tejadillo de Oro, construido bajo el mandato del “último caballero”, el emperador Maximiliano I. Desde este balcón puede observar perfectamente todo lo que pasa en el centro de la ciudad, como hacía el emperador en el pasado. Frente al Tejadillo de Oro se encuentra el famoso edificio barroco Helblinghaus, con su fachada cubierta de estucados y figuras. Un poco más lejos, en la calle Maria-Theresien-Strasse, hay otros edificios imponentes, pero de construcción más reciente: son los palacios de las importantes familias que pertenecían a la nobleza.