El puente del Inn une el casco antiguo de Innsbruck con el barrio de St. Nikolaus/Mariahilf, donde se encuentran, entre otros, el parque Walther y la famosa hilera de casas de colores. En esta zona se construyó por primera vez un puente en el siglo XII, que no sólo dio nombre a la capital tirolesa, sino que fue durante mucho tiempo el único puente sobre el Inn en la zona de Innsbruck. La ciudad se aprovechó de ello cobrando peaje a los comerciantes que tenían que cruzar el río por este punto.

El puente actual se construyó en la década de 1980 y se renovará por completo en 2021/2022. En el lado oeste hay un crucifijo de unos cuatro metros de altura, diseñado por el escultor tirolés Rudi Wach y erigido en 2007, tras la polémica suscitada por la representación de Cristo desnudo.