Así es el ciclismo de montaña en Innsbruck. Primero se pedalea duro cuesta arriba. A continuación, la pausa veraniega sobre dos ruedas tiene lugar en uno de los numerosos pastos y refugios alpinos, que suelen encontrarse en la ruta o son el destino previsto de la excursión. Disfrute de las vistas de las montañas circundantes antes de volver a subirse al sillín.