No es de extrañar, pues, que Jakob Auer, que ahora tiene 25 años, siguiera los pasos artísticos de sus antepasados a los 16 años. Él mismo atribuye su afinidad por la pintura principalmente a la colección de cuadros y pinturas de su abuelo Helmut Auer. El comerciante y galerista era un entusiasta coleccionista de arte y le encantaba hacer marcos para los cuadros de los artistas. No es de extrañar que su colección no dejara de crecer, y que la guardara en Obermarktstraße 35. Aquí es exactamente donde Jakob tiene ahora su estudio. "De pequeño miraba estos cuadros con entusiasmo", dice. "Estaban apiladas hasta el techo y me resultaban mucho más interesantes que todos los cómics" Se sentaba allí durante horas a estudiarlos.
Hoy los cuadros vuelven a decorar esta habitación. Ahora son obras de Jakob Auer que adornan el estudio de Auer y ofrecen una visión razonablemente buena de su obra hasta la fecha. Son linograbados y xilografías, así como sus pinturas al temple sobre papel - todas obras, que ya insinúan un estilo personal. Durante mi visita, me fijo en dos cuadros que muestran a pilotos de slalom. En realidad, no es un tema cotidiano para un pintor.
