¿Porqué el arte de los belenes del Tirol es mundialmente conocido? Sin duda, la profunda religiosidad de los habitantes de las montañas es un factor muy importante. Y el deseo de visualizar el gran milagro de la Navidad. En la Edad Media, los belenes “Bretter Krippen” (figuras pintadas sobre tableros de madera) se montaban solamente en las iglesias. Luego, esta tradición pasó a los monasterios y, finalmente, a las casas particulares.
La región alrededor de Innsbruck se puede definir como el centro del arte de los belenes en Tirol. Hay dos tipos de belenes que dominan la estética general: el belén oriental y el belén tirolés. La representación del establo de Belén no es el único elemento con sentido “didáctico” de los belenes: las figuras que representan momentos clave del evangelio como la Anunciación y la aparición del Ángel Gabriel, la búsqueda de un albergue de María y José para pasar la noche, el establo de Belén, la visita de los Tres Reyes y la huida a Egipto convierten los belenes tiroleses en auténticas obras de arte.
La tradición de muchas familias de hacer sus propias figuras sigue vigente, igual que todo el proceso de montaje del belén. Son días de trabajo en familia que contribuyen a crear un ambiente festivo y navideño en los hogares.
El belénes el punto central de las tradiciones navideñas en el Tirol. Figuras de madera, cera, barro o cartón ocupan un paisaje fantástico. Las figuras son desplazadas regularmente para adaptarse en todo momento a los dictámenes de los evangelios. Los belenes se encuentran tanto en domicilios particulares como en museos, iglesias y exposiciones de adviento. El Museo Nacional de Innsbruck exhibe un ejemplar especialmente atractivo: el espectacular belén oriental.
