Innsbruck Region

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Juntos en verano

¡Por fin vienes a visitarme! Después de decirme el pasado invierno que te gustaban las fotos que publicaba – casi a diario – en las redes sociales, estoy encantada de poder saludarte finalmente en persona en Innsbruck. Cuando llegues tendrás todavía en mente mis fotos de montañas nevadas cerca de la ciudad, pero ahora ya no son blancas, sino de color verde intenso, tan característico de los prados alpinos. “Hay muy pocas ciudades en el mundo donde se puede ver siempre el campo o la montaña”, exclamas con sorpresa. Es cierto, Innsbruck no se puede comparar con otras ciudades, su ubicación en medio de las montañas es simplemente única.
 
En verano, parterres con flores bordean las calles del casco antiguo. A orillas del río Inn, la gente se cita para tomar un café. Un grupo de estudiantes brinda con una copa de Aperol Spritz – se nota que estamos cerca de Italia, hay un cierto aire mediterráneo en el ambiente. Sopla un templado viento muy agradable y sé que los próximos días van a ser fantásticos. Queremos disfrutar y vivir la ciudad y descubrir cada día el entorno rural que rodea la ciudad. ¡Qué suerte poder hacer ambas cosas en un mismo día aquí en Innsbruck! Ya tengo planeado todo los que haremos para pasar tres días perfectos en Innsbruck. Te quiero enseñar mi Innsbruck – lejos de las rutas más visitadas – y simplemente disfrutar de tu compañía.

PICNIC PARA SIBARITAS

Ya encargué hace algunos días una cesta de picnic en la tienda Klein & Fein del mercado Markthalle de Innsbruck, un local que combina restaurante y tienda de comestibles. Siendo una gran entusiasta de la cocina austriaca, me ha parecido ideal empezar tu introducción a la gastronomía del país con una cesta de picnic repleta de productos “I’m from Austria”: filete de pollo rebozado, pequeñas hamburguesas, ensaladas y pastelitos con fresas. ¡Se me hace la boca agua con solo pensar en estas delicatesen!

©Lea Hajner
©Lea Hajner
©Lea Hajner
©Lea Hajner

TURISMO EN BICICLETA

El folleto de los diferentes PASEOS por Innsbruck y los alrededores de la ciudad contienen propuestas para excursiones que llevan más allá de los límites de la ciudad. Algunas de las rutas se pueden hacer en patinete o, más cómodo, en bicicleta. Una visita sobre dos ruedas permite movernos con total libertad y cubrir distancias más largas, sin tener que hacer grandes esfuerzos físicos.
 
La ruta número 5 se titula “Innsbruck para jóvenes”, y esta es la ruta que haremos durante el primer día de tu visita. Nos llevará del casco antiguo al lago Baggersee y luego volveremos a la ciudad siguiendo la orilla del río Inn. A lo largo de la ruta veremos numerosos lugares de interés que tengo ganas de enseñarte.
 
Con la cesta de picnic en mano cruzamos la plaza Marktplatz para recoger una bicicleta Stadtrad en la esquina Marktgraben/Innrain.

©Lea Hajner
©Lea Hajner

ESCALAR HASTA LO MÁS ALTO

El moderno centro de escalada Kletterzentrum Innsbruck nos queda de camino. No soy una experta escaladora, pero de vez en cuando me gusta practicar este deporte. Nos paramos un momento para ver la instalación. Solamente los muros de escalada situados delante de la entrada ya impresionan. Construido en el año 2017, el centro de escalada Kletterzentrum Innsbruck es uno de los más grandes y modernos del mundo. Dispone de 3.000 m² de escalada con cuerda indoor y 1.500 m² escalada con cuerda outdoor, más 1.025 m² de búlder indoor y 175 m² outdoor. En total, hay 500 rutas de escalada con cuerda y 200 rutas de búlder. Al entrar en el recinto, se nota en seguida que el suelo es de un material especial que permite escalar con una seguridad máxima. Las paredes cumplen todos los requisitos para la celebración de competiciones de la copa del mundo de escalada y son lugar de entrenamiento preferido de muchos de los mejores atletas de esta modalidad. Quién sabe, ¿tal vez podamos observar a los famosos escaladores locales Anna Stöhr o Jakob Schubert entrenándose para próximos campeonatos?

Klettern am Stadtturm
Klettern - Jakob Schubert

ACTIVIDADES EN EL LAGO BAGGERSEE

Si no hubiéramos alquilado las bicicletas, podríamos haber venido al lago Baggersee con el autobús de la línea F que circula entre el centro de la ciudad, el lago Baggersee y el aeropuerto situado en el otro lado de la ciudad. Una línea de transporte público que permite ir directamente del aeropuerto al lago para disfrutar de un refrescante baño – ¡esto solamente se puede hacer en Innsbruck! El lago Baggersee ofrece otras alternativas para refrescarse: al lado de la entrada al camino Archenweg se encuentra la fábrica de helados Tomaselli. ¿Tal vez nos apetecerá un helado después de vaciar nuestra cesta de picnic? De hecho, es casi imposible venir al lago Baggersee sin probar los deliciosos helados Tomaselli.
El lago destaca por el espectacular paisaje que lo rodea y la cordillera alpina que completa una imagen de postal. Mi lugar preferido para tumbarme es en la orilla suroeste, donde puedo ver la cordillera Nordkette en todo su esplendor. En la orilla norte hay árboles que dan sombra a quienes no quieren tomar el sol. El nuevo parque Motorikpark situado al lado del lago es todo un reto para las habilidades motoras de niños y de adultos. El recorrido por el parque nos hace entrar en calor. ¡Ahora sí ha llegado el momento de dar un salto al agua refrescante del lago! Ojalá todas las vacaciones fueran tan relajadas…


A ORILLAS DEL RÍO INN

Después de pasar unas horas muy agradables cerca del lago, nos subimos de nuevo a las bicicletas y nos dirigimos hacia el puente sobre el río Inn. El camino por la orilla del río nos lleva dirección al casco antiguo de Innsbruck. Al llegar al puente Mühlauer Brücke, nos desviamos un poco de la ruta y cruzamos de nuevo el río para seguir el camino reservado a ciclistas que nos permite evitar el tráfico de coches. Cruzamos el puente Emile-Béthouart-Steg y ya estamos en el barrio St. Nikolaus, el más antiguo de Innsbruck. Las casas antiguas de la calle Innstrasse albergan numerosas pequeñas tiendas y locales. Aquí me gusta comprar jabones en la tienda Walde Seifen y echar un vistazo a los productos de cosmética de Kostnix. Los increíbles brownies del café Haepinest, situado justo enfrente, son como un imán para mi, no puedo venir aquí sin comerme por lo menos uno. Pero hoy no estamos para irnos de compras, y después de una breve pausa iniciamos el último tramo de la ruta, no sin habernos hecho la foto casi obligada delante de la hilera de casas coloridas de Anpruggen. ¡Es un fondo tan bonito que es imposible no hacerse un selfie aquí! Aunque llevo ya muchos años viviendo en Innsbruck, es una vista que nunca me canso de admirar.

UNA BREVE PAUSA
Justo detrás de la hilera de casas coloridas se encuentra la iglesia parroquial Pfarrkirche Mariahilf, construida en 1647/48 por Christoph Gumpp. Gumpp fue el fundador de una auténtica dinastía de constructores: él y sus descendientes transformaron la imagen de Innsbruck para siempre. En el interior de la iglesia destaca el retablo mayor de Johann Paul Schor que representa la historia de la iglesia. Se agradece el aire fresco y el silencio que reinan en la iglesia. Nos tomamos unos minutos para dejar que nuestros pensamientos fluyan libremente.

Pfarrkirche Mariahilf
Mariahilf Kirche

SOBRE EL MURO DE LA RIBERA DEL RÍO INN

Seguimos un poco más hasta llegar al muro en la ribera del río Inn al lado de la universidad. Aquí nos quedamos para acabar el día en un entorno relajado y tranquilo. Es un lugar de encuentro muy popular entre los estudiantes que aprovechan aquí los últimos rayos de sol del día. Nos quitamos los zapatos y balanceamos las piernas, sentados sobre el muro. La imponente cordillera Nordkette se ve enorme desde aquí. Menos mal que hay un funicular que nos puede llevar en un instante a 2.000 metros de altitud y nos ahorramos subir a pie. ¡Ya falta menos para vivir esta experiencia!

EL BOSQUE DENTRO DE MI

“Forest Therapy” (terapia de bosque) es la última moda en el mundo del wellness y procede originariamente del Japón, donde el “Shinrin-yoku” – baños de bosque – es una terapia reconocida oficialmente como medicina. En Tirol, las personas siempre han acudido al bosque y a la montaña para recuperar sus niveles de energía. En Mieming, a unos 40 minutos de la ciudad, vamos a probar esta fascinante terapia con un paseo cerca de Mooswiesen. Es un entorno fascinante que combina biotopos y prados sembrados de alerces y nos brinda la oportunidad de observar la naturaleza que nos rodea. El blando suelo del bosque nos permite quitarnos las botas y caminar descalzos.

©Lea Hajner

PRODUCTOS REGIONALES

Alrededor de Innsbruck, y en la ciudad también, hay cada vez más tiendas que venden productos directos de la granja. Un ejemplo destacado es la granja Steirerhof en Mieming. En su tienda de autoservicio se venden productos regionales frescos y de más larga conservación, pasta elaborada con huevos de la granja, harina procedente del valle del río Inn, patatas de las granjas vecinas y, los fines de semana, pasteles caseros de la suegra. Es una de mis tiendas favoritas y siempre aprovecho para hacer alguna compra cuando estoy en Mieming. Hoy nos tomamos un café de la máquina de autoservicio y lo saboreamos tranquilamente en el banco que hay delante de la tienda.

Hofladen Zauscherhof Genussradweg
 Steirer's Hofladele

EL PODER DEL AGUA

El camino de regreso nos lleva a Kematen y no podemos dejar pasar la oportunidad de usar la instalación de hidroterapia Kneipp que se encuentra cerca de la parada del autobús al lado de la iglesia. La hidroterapia Kneipp ayuda a estimular la circulación, y no solo los días de más calor. Nuestros pies calentados durante el paseo agradecen el contacto con el agua fresca y nos activa cuerpo y mente, además de reforzar nuestro sistema inmunológico. Para hoy ya no tenemos previstas más actividades. No pasa nada – ¡menos es más!

NAMASTE EN PLENA MONTAÑA

Este domingo finalmente ha llegado el momento: nos he apuntado a una hora de yoga al aire libre arriba en la cordillera Nordkette. Estamos de suerte, el tiempo es fantástico y el sol brilla desde primera hora de la mañana. Primero subimos con el funicular Hungerburgbahn, cuyas estaciones futurísticas fueron diseñadas por la famosa arquitecta Zaha Hadid. En la estación Hungerburg cambiamos de medio de transporte y subimos aún más, ahora en teleférico. En menos de ocho minutos estamos a 2.000 metros de altitud. Hay gente preparando sus parapentes para volar sobre la ciudad, senderistas, ciclistas y niños jugando en el parque infantil que posiblemente ofrece las mejores vistas sobre la ciudad. Es un hervidero de actividad y personas con ganas de vivir la montaña. Una vez reunidos todos los participantes de la clase de yoga, andamos unos minutos hasta llegar a una plataforma un poco apartada del camino Panoramaweg. 
 
La hora de yoga está perfectamente adaptada al entorno y apta también para principiantes. Con cada ejercicio y cada repetición me siento más centrada y consciente de mi cuerpo. Es fantástico parar de vez en cuando para mirar hacia las montañas y disfrutar de las vistas. A menudo nos sobrevuelan unas chovas piquigualdas con su característico plumaje negro y patas rojas. A veces, a lo lejos, se pueden observar también algunos ejemplares de gamuzas. Algo me ha quedado claro: nunca he respirado más hondo que durante esta hora de yoga.

©Lea Hajner
©Lea Hajner

LAS VISTAS DESDE LO MÁS ALTO

Después de la hora de yoga descansamos un ratito en las tumbonas al lado de la estación Seegrube mientras comemos un excelente pastel de manzana, el famoso Apfelstrudel. ¡Con el deporte que hemos hecho nos lo hemos ganado! Queda una cosa más que te quiero enseñar: las vistas desde lo más alto. Subimos en telecabina hasta la estación de Hafelekar. Ahora puedes admirar las mejores vistas de Innsbruck. ¡Desde aquí arriba puedes ver hasta Italia! Además, se divisa perfectamente la ruta que hicimos el primer día: la universidad, el lago Baggersee, el centro de escalada y el mercado Markthalle.
Esta excursión a la cordillera Nordkette es la guinda de tu visita. Nos quedan unas pocas horas y sé que te quieres llevar un trocito de Innsbruck a casa…

RECUERDOS EN BOTE DE CRISTAL

Camino a la estación de tren nos paramos delante del restaurante Wilderin. Desde principios de 2021 hay instalada aquí una máquina dispensadora de delicatesen frescas elaborados con productos regionales. Para sibaritas como nosotros, estas delicias culinarias son el recuerdo perfecto para llevar a casa. Hay gulasch, sopa de carne de vaca, pastel de manzana Apfelstrudel o ganache con caramelos salados. Todo tiene un aspecto inmejorable y sabe a aire alpino y vacaciones. Los botes de cristal, exceptuando los postres fríos, se calientan en un momento y te permiten prolongar un poco más la impresión de que todavía estás de vacaciones en Innsbruck

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