Artesanía de la ciudad: fabricación de jabones y tablas de surf personalizadas en Innsbruck

Pasear por el casco antiguo y ver todos los edificios de colores siempre me hace sonreír. Siempre me siento como un turista de nuevo, y me encanta. Puedes quedarte mirando durante horas todos los detalles de la arquitectura y el entorno. La artesanía se ha incrustado en los cimientos de la ciudad. Me hizo pensar en los diferentes oficios que alberga Innsbruck/Austria.

Para este blog he visitado un par de lugares diferentes, cada uno con su propia artesanía. SPURart vende esquís y tablas de snowboard hechos a medida, y también ofrece talleres para construir los tuyos propios. No recuerdo cómo los encontré, probablemente a través de un amigo, pero me apunté a un taller con ellos para construir mi propio splitboard.

Un tiempo después, fui a una lavandería y me topé con esta pequeña tienda al otro lado del río del casco antiguo donde vendían jabones y productos de limpieza. Resulta que me encontré en la fábrica de jabón más antigua de Austria Esta empresa familiar, que lleva en el negocio desde 1777, va ya por la octava generación y vende productos en todo el mundo.

La familia Walde, que lleva en el negocio desde 1777, necesitaba inicialmente un producto que les mantuviera en activo. Su solución fue desarrollar un producto que la ciudad necesitaba. En aquella época, las luces de los hogares e incluso las de las calles seguían siendo velas. Este era el principal producto de la familia Walde, junto con el jabón. Por aquel entonces, las velas y el jabón se fabricaban con grasa de vaca, una sustancia disponible en abundancia en la región. Es un producto que todavía hoy utilizan en algunos de sus jabones y velas. Como vegana, obviamente no soy fan de esto, pero pasaron a producir también jabones 100% vegetales.

Debido a la mayor demanda, la fábrica se trasladó a un complejo de 6000 m2 cerca de Hallerstrase en 2005. Visité la nueva fábrica para conocer mejor cómo se producen los jabones y las velas. El almacén donde se encontraba la antigua fábrica sigue en pie. Dentro de la fábrica también se siguen haciendo velas y se utilizan enormes máquinas para el proceso.

Si quieres visitar la tienda cerca del casco antiguo, la dirección es Innstraße 23 y abren de lunes a viernes de 9 a 18 horas y los sábados de 9 a 13 horas.

Una de las cosas más chulas que he hecho en Innsbruck hasta ahora ha sido el taller de SPURart. Durante esta experiencia de 2 días puedes construir tus propios esquís, snowboard o splitboard. Yo decidí construir un splitboard con un diseño personalizado en la hoja superior.

El sábado por la mañana, sobre las 8, nos reunimos para tomar un café y una pequeña sesión informativa sobre lo que íbamos a hacer. Sinceramente, no tenía ni idea de cómo se hacía una tabla, y mucho menos de qué estaba hecha.

Empezamos enseguida con la fijación de los bordes al lado de la base. Casi me pego la mano al tablero pero conseguí sacarla y poner los clips. Por un pequeño coste adicional, decidí conseguir una impresión personalizada en la hoja superior con 3 tipos diferentes de madera que fueron recortados por el láser.

Muchos de los siguientes pasos implicaron ensuciarse las manos así que no pude tomar fotos de todo. Pusimos la plancha en una especie de molde para que el morro y la cola se curvasen hacia arriba. Luego pusimos las diferentes capas de fibra de vidrio en la base, pusimos un núcleo en el medio, y algo más de fibra de vidrio en la parte superior, empapando cada capa con mucho pegamento para mantenerla unida.

La capa superior final fue la de 0,6 mm de grosor hecha de madera de olivo, Macassar negro y manzana roja de la India.

Después de pegar todas las capas, el conjunto se metió en una bolsa de plástico al vacío para ir al horno hasta la mañana siguiente.

Para ser honesto, en este punto nunca pensé que esta cosa saldría como un splitboard o si alguna vez sería capaz de montar en él. Sabiendo la cantidad de capas que se superponen, esto parecía imposible. Sin embargo, al día siguiente, salió del horno como una tabla cuadrada grande y firme, ¡y realmente parecía que podría funcionar!

Cuando se cortó la fibra de vidrio sobrante, empezó a parecerse realmente a una tabla de splitboard. Lo que más miedo me dio fue cortar todo por la mitad.

Después de darle más forma y lijar, ¡las dos caras del splitboard estaban listas!

Consulta su página web para ver los precios y las diferentes formas y estilos que puedes elegir ¡Sé que los precios de los talleres son más bajos durante la temporada baja, así que esto podría ser una cosa interesante para hacer mientras se visita en el verano también!