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27 de febrero 2024
Idioma original del artículo: Deutsch Información Traducción automática. Rapidísima i casi perfecta.

Con los Alpine Jitterbugs, Innsbruck cuenta con un club dedicado con pasión al baile swing. Los Alpine Jitterbugs no sólo aglutinan la escena local, sino que sitúan a la ciudad en el mapa internacional.

El Swing es el baile ideal para todos los que quieren bailar al son del jazz al estilo de los años 20 sin tener que encasillarse en viejos roles. Independientemente del sexo, el protagonismo se intercambia, es rápido y, en el mejor sentido de la palabra, animado. Maurice Cazzolli, presidente de la asociación Alpine Jitterbugs Innsbruck, es un apasionado de este animado estilo de baile: "Es la alegría de vivir en la danza y la música"

Bailando entre amigos

Los Alpine Jitterbugs son una organización voluntaria cuyo objetivo es apoyar la escena swing de Innsbruck y a los músicos locales desde 2019. Para Cazzolli, es la creación de conexiones lo que hace que el baile sea tan especial: "El swing es una escena muy abierta, como una red global de amigos con los mismos valores." Todas las culturas y géneros se unen para arrasar en la pista de baile. Desarrollan literalmente su propio lenguaje sin palabras, como descubrió Cazzolli en la final de una competición en Barcelona: su pareja de baile asignada y él no entendían ni una palabra el uno del otro, pero aun así se abrieron camino girando hasta un lugar en el podio.

Historia en movimiento

Swing o -lo que da nombre al club de Innsbruck- jitterbug se refiere a los bailarines que pueden combinar con soltura una variedad de bailes swing y bailar a cualquier tempo. Los bailes de swing se hicieron especialmente populares entre 1920 y 1940. Algunos de ellos siguen siendo muy populares hoy en día y se celebran en consecuencia: Balboa, Lindy Hop y Collegiate Shag, por citar sólo algunos. Las variaciones difieren en el tempo y los pasos básicos, pero el elemento principal sigue siendo siempre la alegría del movimiento. Los Jitterbugs cubren un amplio abanico de niveles de habilidad para el baile, desde sólidos fundamentos con potencial de desarrollo hasta aquellas esferas en las que la interacción de cuerpo y ritmo se convierte en una segunda lengua materna.

Tirolina

Según el presidente del club, es difícil calcular el número de miembros activos en Innsbruck y sus alrededores, pero calcula que hay entre 50 y 100 personas. Los Alpine Jitterbugs hacen todo lo posible por difundir el entusiasmo por el swing entre la gente. Entre otras cosas, ofrecen cursos en el Instituto del Deporte de la Universidad de Innsbruck, donde se ofrece a las personas interesadas con un presupuesto ajustado una introducción de bajo umbral. También se organizan y celebran numerosos cursos, talleres y actos fuera de la USI.

La organización de voluntarios busca constantemente nuevos socios colaboradores para crear nuevos proyectos en el ámbito local. La última iniciativa, subvencionada también por primera vez por la ciudad de Innsbruck y la provincia de Tirol, se llama "Big Fat Swing - Promoción de la cultura local del swing". El proyecto se puso en marcha en colaboración con el consolidado club de jazz Ton Art Tirol y pretende reunir a músicos de jazz y bailarines de swing.

Ambiente internacional

Desde el primer festival, el "Alpine Jitterbugs - Shag 'n' Bal" en 2019, la asociación ha celebrado repetidamente la escena local e internacional en formatos similares. "Shag ' n' Bal" se celebra ahora por cuarta vez del 1 al 3 de marzo en Innsbruck. Está dirigido a entusiastas del baile de todas las edades, como informa Cazzolli: "Los mayores tienen más de 60 años, los más jóvenes sólo 18" El objetivo del evento, prácticamente lleno, es claro: "Queremos hacer florecer la escena del baile swing" También participan entrenadores y bandas internacionales, y el objetivo es ofrecer a los invitados locales e internacionales una experiencia genial. Uno de los objetivos ya se ha cumplido: Innsbruck se ha convertido en un fijo de la escena internacional.

Dar pasos con impacto

Los Alpine Jitterbugs no sólo prestan atención a su huella cuando bailan, sino que también conceden gran importancia a que sus eventos sean lo más sostenibles posible. Las medidas que han tomado les han valido el estatus de Green Star Event. Por ejemplo, la sede principal, el Congress Innsbruck, puede presumir de contar con la certificación necesaria. Las bebidas que se ofrecen proceden de proveedores locales y se anima a los participantes a utilizar el transporte público y sus piernas en los desplazamientos. Todos los productos de merchandising se eligen para que sean lo más sostenibles posible.

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