La abadía de Wilten está situada al pie de la montaña Bergisel. Una de las grandes construcciones sacras es la colegiata, y la otra, la basílica de Wilten, situada justo al lado. La colegiata es una muestral representativo del barroco en todo su esplendor. Dos miembros de la famosa familia de constructores Gumpp, Christoph y Anton Georg, fueron los encargados de remodelar la iglesia. Frescos y estucados decoran las paredes del interior, el techo muestra frescos de Kaspar Waldmann. El museo del convento está abierto a visitas concertadas, entrada libre pero se agradece una donación.

La abadía de Wilten está estrechamente ligada a la historia de Innsbruck. Los integrantes de la orden de canónigos premostratenses influyeron durante siglos de manera decisiva en la evolución de la ciudad y toda la región de Innsbruck. De hecho, la ciudad ni siquiera existiría si los monjes no hubieron cedido parte de sus terrenos para su construcción. La primera mención documentada de la colegiata data del siglo XII. Los 30 monjes de la abadía se ocupan actualmente de 21 parroquias de la región. El imponente edificio barroco data del siglo XVII, época del máximo esplendor de la abadía.

La colegiata de Wilten es también conocida por su coro de niños cantores "Wiltener Sängerknaben".